AQUELARRE (ESPECIAL DIA DE LA MUJER HONDUREÑA)
Por motivo del día de la mujer hondureña y a petición les regalo esta historia de fantasía espero les guste...
Luisa era una mujer de 45 años, soltera y con dos hijas con las que se quedo luego de la muerte de su marido ocurrida en la carretera que va rumbo a Quimistán, Santa Bárbara hace cinco años, a pesar de las investigaciones hechas por los entes encargados nunca lograron indagar bien la razón por la cual el auto de Daniel había chocado contra aquel árbol de ceiba, pues en la autopsia no se mostro que el fallecido hubiera ingerido alcohol u otras sustancias alucinógenas, tampoco hubo indicios de que hubiera habido otro auto que lo desviara del camino, la muerte quedo en un accidente y ya.
La mujer a pesar de su edad, se veía joven, aparentaba al menos unos 30 años, se miraba en plenitud de su juventud, lo que causaba curiosidad era el hecho de que aquella hermosa mujer pasaba sola, su cabello rojizo y sus ojos color avellana llamaban indudablemente la atención de todos los hombres que la visitaban por motivos de negocios en los que ella seguía luego de fallecer su marido, pretendientes no le faltaban, pero curiosamente ninguno de ellos la buscaba luego de la primera cita, nadie entendía la razón, sobre todo porque sus hijas de 15 años casi no pasaban en la casa mas que los días de semana por motivos de colegio ya que los fines de semana desde el viernes en la tarde ellas se iban donde su abuela Esther quien vivía sola luego de que su hija se fuera a temprana edad por su matrimonio prematuro, lo que causaba curiosidad a mas de alguno es que doña Esther a pesar de tener 70 años, no aparentaba mas de algunos 50 años, gozaba de buena salud y era muy lucida, para nadie fue misterio que para doña Esther la relación con su ex yerno no fue la mejor y cuando este murió ella se limito a guardar el luto de los nueve días y luego seguir como si nada.
Las jóvenes adolescentes gemelas, Anabel y Marysabel eran muy reservadas, tal cual como su madre gozaban una belleza digna de las mujeres de Santa Bárbara y sin duda eran la imagen de su madre aunque curiosamente sus ojos y color de cabello eran diferentes, Anabel era de tez blanca pelo rubio y de ojos color miel y cuerpo proporcionado, Marysabel era en cambio de cabello negro y ojos negros como la noche, ambas eran la anteposición de la otra, Anabel era alegre y risueña como el día, Marysabel era reservada y poco expresiva, a pesar de sus diferencias su relación de hermanas era muy fuerte, eran mejores amigas, cuando digo que se anteponían una de la otra es porque en serio se cumplía esto al pie de la letra.
La situación con ambas hermanas era que aunque se anteponian una de la otra, eran muy unidas, Marysabel muchas veces se ganaba enemistades sin querer o dar motivo para tenerlas, ella era amante de los animales y cada vez que encontraba un perro o gato lastimado lo rescataba, rehabilitaba y daba en adopción, por alguna razón eso molestaba a sus compañeras colegio, cabe recalcar que ambas estudiaban en el Instituto Hondureño Para Señoritas Dra. Helga Moya en honor a la Doctora fundadora del instituto que salvo múltiples vidas durante la pandemia Kanabel69.
Muchos eran los muchachos que enamoraban a Anabel y Marysabel pero pocos eran los que seguían insistiendo después de uno o dos días, pues no tenían temas de conversación que fueran acorde a lo que las gemelas querían hablar, la mayoría les hablaba de fútbol o de algún grupo músical y luego no sabían de ningún tema por lo cual ellos mismos se alejaban al darse cuenta que no lograrían nada.
Cierto día Anabel se quedó hasta tarde en el colegio por un torneo de volleyball, en esa ocasión Marysabel no la espero porque debía ir a ayudar al refugio donde era voluntaria, ahí es donde empezó lo turbio, a Anabel había un chico que la buscaba casi siempre y aunque no era muy llamativo podríamos decir tenía un ímpetu increíble por querer conectar con ella, lo que a Anabel le gustaba ya que ver el esfuerzo que el joven Moisés realizaba le hacía pensar que no solo la buscaba por atractivo físico, por lo cual empezó a ser más amable con el al punto de llevarse más y más, el día del partido Moisés decidió estar ahí esperándola a que salga y tal vez poder acompañarla al lugar donde ella vivía, después de un intenso partido el equipo de Anabel había ganado el encuentro y de tanta felicidad que tenía acepto que Moisés la acompañara hasta su casa, no sin antes pasar por el refugio de animales dónde Marysabel estaba, mientras iban llegando notaron algo raro, no habían ladridos ni nada por el estilo cuando el lugar siempre se había caracterizado por el ruido de los perros y de las aves heridas, eso alertó a Anabel y apresuraron el paso hasta llegar al lugar.
"No sé qué pasó"- repetía Marysabel quien se encontraba de pie, casi como si estuviera en trance, el escenario era triste e impactante, los perros estaban en el piso llenos de espuma en la boca lo que daba a entender que habían sido envenenados, las aves estaban desplumadas por completo y muchas de ellas presentaban golpes pequeños en el cuerpo casi similar al impacto de una piedra que fue lanzada por una resortera. Nadie podía explicar que había pasado y porque, quién, pero quién sería capaz de hacer algo así con animales que estaban rehabilitandose y ya muchos esperaban un hogar, luego de unos minutos en silencio se oyó una especie de lamento casi como un llanto lastimero, siguiendo el sonido encontraron a Viví una hembra de rottweiler que había sido rescatada y estaba embarazada, al parecer aún tenía fuerzas para parir, inmediatamente las hermanas se dispusieron a hacer todo lo que fuera posible, Marysabel tenía cierta experiencia en veterinaria y Anabel era alguien que sabía actuar rápido, después de una hora lograron recibir a los 4 cachorros de viví, la perra con lo último de fuerza que tenía limpió a sus cachorros y viendo a Marysabel por un momento se recostó en sus piernas para morir, cualquiera que hubiera visto eso diría que la perra se despidió y con su mirada suplicó que cuidarán a sus hijos, Moisés las acompaño en ese momento, Anabel estaba preocupada por su hermana pues sabía el amor que está sentía por los animales y que ese día ella había recibido un golpe fuerte...
Tiempo después
Habían pasado casi 7 meses desde ese incidente trágico, por suerte el actuar rápido de las gemelas había hecho que tres de los cachorros sobrevivieran, como les habían agarrado un cariño especial habían resuelto que ambas se quedarían con dos y el otro hermano lo tendría Moisés quien después de tanto tiempo al fin se había hecho novio de Anabel, quién quedó afectada fue Marysabel, luego de ese día se volvió más aparte de lo que ya era, casi nunca hablaba y en clases siempre trabajaba sola, incluso para Anabel el cambio de su hermana era bastante pero la entendía y simplemente le daba su espacio, más ahora que tenía una relación formal.
En cierta ocasión Anabel le había dicho a su hermana que los acompañara al cine, Marysabel agradeció la invitación más no acepto, Anabel vió que no tenía sentido insistir y la dejó tranquila, esa misma tarde se vio con Moisés para celebrar su quinto mes de relación, empezaron a platicar y entre la conversación se habló de lo sucedido ese día:
Moisés: todavía se me hace difícil creer lo que pasó ese día, a saber cuánto tiempo estuvo tú hermana viendo eso hasta que llegamos.
Anabel: ni me acordes, Marysabel siempre ha sido así desde niña, con las personas aparte y con los animales siempre se entendió, era como si tuvieran un vínculo.
Moisés: me imagino, puta pero que pasara eso nadie se lo esperaba, hacer esa pendejada solo por diversión, y nadie hizo ni dijo nada por lo ocurrido.
Anabel: sí, por desgracia aquí la vida de los animales no vale, pero protegen a cerdos con uniforme, en fin cambiemos de tema pensar en eso no me gusta.
Moisés: puedo saber porque nunca me has hablado más de tú familia
Anabel: porque sinceramente no vale la pena mencionarlo.
Moisés: como quieres que cambiemos de tema si nunca hablas cuándo te pregunto las cosas !?
Anabel: es que no hay nada que contar mí familia es diferente y ya, nada más que decir y si querés saber más anda busca en internet.
Moisés: vaya celebración de noviazgo!
Anabel: sabés que? Me voy a mí casa, te alteras por nada, tené yo pago mí parte.
Dijo Anabel mientras se retiraba molesta.
Moisés se quedó un rato pensando "voy a descubrir que es lo que ocultan ambas" dijo para si mismo antes de irse del lugar.
Después de una semana Moisés llamo a Anabel de manera urgente... Anabel al oírlo se apresuró para llegar al lugar, al parecer el perro de Moisés se encontraba enfermo y estaba convulsionando, Anabel le pidió a Marysabel que fueran juntas, Marysabel sin pensarlo dos veces tomó sus cosas y la acompañó.
Llegando a la casa vieron que sólo se encontraba Moisés y el perro, nadie más a excepción de las gemelas que recién llegaron. Luego de unos momentos de tensión atendieron al perro y lo dejaron estable luego de hacer que vomitara todo lo que tenía en el estómago, al parecer lo quisieron envenenar.
Marysabel: al parecer ya está mejor pero hay que vigilarlo toda la noche y llevarlo a la veterinaria en la mañana.
Anabel: mira cualquier cosas nos Volves a llamar y venimos sin importar la hora.
Ambas alistaron sus cosas pero Moisés las detuvo diciendo:
Moisés: se los agradezco pero quería consultarles algo más si tienen tiempo.
Anabel: sí, claro. Que necesitas?
Moisés mientras sacaba un folder con varias páginas preguntó:
Moisés: por qué no hay varones en su familia? No hay un abuelo, un padre, un tío o un hermano. Estuve buscando a su familia y es raro ver qué su madre tiene 45 años y no aparenta más que 30, y ustedes nunca se enferman, nunca las he visto heridas o cansadas, que son en realidad?
Anabel tomó de la mano a su hermana y justo al abrir la puerta sin darse cuenta recibió un golpe en la cabeza, ambas cayeron desmayadas...
Moisés: vaya al fin despertaron...
Anabel algo aturdida vio a su alrededor y notó que estaba amarrada de pies y manos a una silla igual que su hermana quien al parecer había despertado mucho antes que ella, Marysabel estaba callada viendo a un estante de vidrio, como si intentará leer una etiqueta o algo de unos frascos que se encontraban ahí.
Moisés: y bien van a responder que son?
Anabel: que somos de que? De qué hablas Moisés, que hacés?
Moisés: ah no quieren colaborar bueno supongo que hay que hacerlo por las malas...
Moisés saco una especie de navaja y se la puso en la pierna a Anabel, luego de verla sonrió y la cortó... Para su sorpresa Anabel casi al instante se curo de la herida.
Moisés: interesante... Pasara lo mismo con Mary?
Se acercó a Marysabel y la cortó de igual manera, está no se inmutó y se curo igual que su hermana.
Moisés: muy interesante, supongo que esto explica cómo atendieron rápido a esos animales ese día.
Anabel: que quieres decir?
Moisés: Solo quería saber si podían hacer lo imposible, posible pero veo que sólo lo pueden si las cosas pasan en el instante...
Anabel: que dices!?
Marysabel: vos hiciste lo del refugio verdad?
Moisés sonrió.
Moisés: como lo supiste?
Marysabel: los frascos de veneno que tienes en el estante causan el mismo efecto que tenía el perro cuando llegamos y el mismo efecto que los animales ese día... (Dijo mientras una lágrima caía)
Moisés: sí, yo fui, aunque no esperaba que tardarían tanto en llegar, quizás pudieron salvar más y no a esos tres perros que sólo sirvieron para que ustedes vinieran aquí... Brujas!!!
Luego de decir eso Moisés fue por un galón de gasolina y un encendedor.
Moisés: como en los tiempos de Salem. (Dijo mientras rociaba a las hermanas de gasolina).
Mientras iba a prender el fuego el encendedor empezó a sacar unas llamas azules que se regresaron a su mano.
Luego de esto Marysabel lo quedo viendo fijamente y dijo:
Marysabel: en serio nos consideras tan estúpidas?
Moisés sintió como se quedaba paralizado, y más cuando vio que detrás de las hermanas aparecieron los otros dos perros que fueron salvados, pero se miraban diferentes, su pelaje distintivo de los rottweiler se había vuelto negro completamente y sus dientes estaban más pronunciados, los ojos eran casi rojos, Moisés quiso huir pero atrás de él estaba el otro perro que ya no pareciera estar enfermo, viéndolo con los ojos rojos...
Marysabel y Anabel: Cerverus, manifiestate!!!
Los tres perros se volvieron uno solo excepto por las cabezas que se mantuvieron separadas, se abalanzaron sobre Moisés hasta dejarlo desfigurado y sin poder moverse.
Anabel: mí amor, en serio creíste que no sabíamos lo que había pasado ese día? Por cierto los animales que mataste en realidad no eran animales...
Moisés: cómo, cómo así... (Dijo con lo poco que tenía de fuerzas)
Marysabel: tendrás que experimentarlo en carne propia...
Al decir esto unas llamas azules consumieron lo que quedaba de Moisés, lo curioso es que luego de consumir todo regresaron a un frasco que tenía Marysabel en sus manos, las hermanas salieron de la casa como si nada hubiera pasado.
Antes de llegar a su casa vieron a un pobre perro callejero, estaba lastimado y mal alimentado, lo recibieron y l llegar a su casa le dieron de comer, justo cuando empezó a comer Marysabel saco el frasco y dijo:
Marysabel: Moisés, espero disfrutes tú nuevo cuerpo...
Fin.
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